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Jóvenes: Comunicación e identidades
Martín Barbero, Jesús
Jóvenes: Comunicación e identidades
Martín Barbero, Jesús
Ante un nuevo espacio que ha remplazado a los elementos tradicionales en donde los padres, la escuela y los libros han pasado a planos secundarios, las nuevas tecnologías y los medios de comunicación se convierten en protagonistas de la educación y por ende susceptibles a reflexión relacionada con la función que desempeñan para lograr resultados positivos para la sociedad.
En este vivir en una sociedad hermenéutica, en la cual el conocimiento es holístico, la necesidad de fortalecer la capacidad crítica y de análisis de los individuos es una preocupación latente.
Los medios de comunicación bombardean nuestra vida y la forma en la que nos relacionados con nuestro entorno, el carecer de una plataforma que nos permita tomar decisiones producto de una reflexión acompañada de opiniones fundamentadas nos hace susceptible a la manipulación que los medios justificadamente (o no) pueden tener de acuerdo a sus interés propios.
El mirar críticamente los contenidos que se nos presentan es una manera productiva de sacarle provecho a las nuevas herramientas que la sociedad del conocimiento ofrece.
Es momento de replantearnos si el papel que juegan los agentes participantes de la educación tradicional es secundario, o si tanto las nuevas tecnologías, los medios y aquellos ya antes participantes, podrían combinarse y servir de un complemento básico que permita tanto, tener referentes para desarrollar posturas de los diversos temas que nos competen y además poder establecer un equilibrio entre educando y educador en una educación constructivista.
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El autor hablando sobre desarrollo de competencias en una nueva era: (Muy interesante)
El desechar de antiguas cosas para el crear de nuevas, es un comportamiento nato del ser humano. Ese afán por mirar hacia delante y no atrás es, tal vez, uno de sus mayores problemas. Si bien el gran “tercer entorno”, comandada por internet, ha dejado atrás el mundo de la oralidad y la imprenta, es necesario poder rescatar ciertas virtudes de ellas.
ResponderEliminarEl mundo “comercial” es algo que mueve gran parte de las nuevas tecnologías por lo que la publicidad siempre tiende a tener un espacio privilegiado para su transmisión a todo ser humano. Esto lleva a que se cree un ambiente sumamente subjetivo que se enlaza con el espectador/consumidor y este, en muchos casos, opta por aceptarlo en su mente. A diferencia del libro que siempre, sin quererlo o no, termina creando un ambiente crítico ya que la ausencia de una “publicidad distorsionadora del mensaje” da pie a ello…
Buen post, Carlos. Interesante comentario el que te hace Gianfranco, también, aunque discrepo de la idea de que el libro siempre cree un "ambiente crítico", de hecho las doctrinas más recalcitrantes (religiosas y políticas) han surgido de ideas impresas en libros, también atravesadas por publicidad, en este caso como propaganda ideológica.
ResponderEliminarCarlos, ¿se puede hablar de manipulación todavía?. Conozco a muchas personas que viven feliz su día a día sin preocuparse de criticar o analizar lo que consumen y son muy útiles en la sociedad. La predisposición que tiene un joven a entrar a clases es muy diferente a la que se tiene al ver televisión. Al igual que chatear con sus amigos o al trabajar. Y el problema no es que la educación no se renueva o se actualice. Es la estructura del mercado que fija y muestra posibilidades de desarrollo personal, los caminos de desarrollo que te enseña tu familia, tu profesor y los medios. Muchas veces se contradicen y es en esta contradicción en donde encontramos lo hermético. Los jóvenes tienen características propias de su edad, y estas varían según la cultura a la que pertenece. No creo que todos estén dispuestos a cuestionar sus formas de consumo mientras estos mantenga su posición hedonista.
ResponderEliminarCreo que un mundo en donde los jóvenes están cada vez más ínter conectado con sus intereses, la educación tradicional solo soportara sus costumbres desfasadas e incomodas.